martes, 12 de marzo de 2013

Escultor De Mármoles Humanos

“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).
Un grande y bonito bloque de mármol fue traído, cierta vez, de la isla griega de Paros. El bloque debía ser usado para una escultura del grande Napoleon. El famoso escultor, Canova, analizó la pieza con ojos críticos antes de comenzar el trabajo y descubrió que había una leve marca roja que atravesaba todo el bloque. Para una persona común, el hecho era insignificante, pero, Canova dijo: “yo no puedo trabajar en este bloque, pues, tiene una falla. No es perfectamente puro y blanco. Yo no usaré mi cincel en esto”. Entonces, el material fue rechazado.
Podemos imaginar el ojo omnisciente de Dios verificando los defectos existentes en nuestras vidas humanas. Así mismo, Él no nos rechaza.
Dios conoce nuestros fallos, sabe de todas nuestros defectos, acepta cada una de nuestras flaquezas, extiende las manos para abrazarnos después de nuestras actitudes de rebeldía, está siempre dispuesto a perdonar nuestros pecados. Todo Él lo hace por amor, para levantarnos, para edificarnos, para fortalecernos, para recolocarnos en el camino de la felicidad.
Por peor que sea el momento que estemos enfrentando, por más que seamos negligentes e indiferentes a las cosas espirituales, por más que afirmemos que Dios no nos interesa, mismo así Él se aproxima a nosotros, nos abraza con cariño, nos acaricia los cabellos y nos dice bajito: "Yo te amo". ¡Él no nos rechaza nunca! Está siempre con Su cincel de amor, presto a moldear los “bloques imperfectos y impuros” de vidas que Lo buscan. Él no exige, como el escultor de nuestra ilustración, una pieza pura y blanca para trabajar. Por el contrario, Toma una vida impura y sucia, y trabajando con amor, la transforma en una bella y brillante vida.
¡Como es maravilloso tener un Dios tan amoroso como lo que nosotros tenemos!

Una sóla Fe y siete virtudes


Esta es la segunda parte del artículo titulado El por qué nunca estamos satisfechos: la paradoja de tener más o tener menos, en el que mencioné el asunto de las siete virtudes de la fe según lo expresado por el santo apóstol Pedro. ¿Cuáles son estas siete virtudes que debemos añadir a nuestra fe?. Las iré explicando una por una para que logremos ahondar en nuestro conocimiento al respecto.

El por qué nunca estamos satisfechos

Quiero más
Esto es lo que nos impulsa a la mayoría de los seres humanos. Queremos más tiempo, más dinero, más cosas, más reconocimiento. Queremos cosas más nuevas, cosas mejores, y cosas diferentes. Más es el credo de nuestra época, el clamor de nuestros corazones y, aunque la mayoría de nosotros somos demasiado educados para decirlo sin rodeos, esto es lo que sentimos, pensamos y ansiamos. Quiero más que esto.
Muchos de nosotros somos apenas una versión en pequeña escala del antiguo rey Salomón en lo referente a los desenfrenados excesos que él describe en Eclesiastés: corrió tras más, y más, y más- para encontrar menos, menos, y menos. Finalmente, después de acceder a todos sus caprichos y acabar con las manos vacías, descubrimos, como él, una verdad sorprendente: que puedo estar contento con lo que ya tengo.
Ojalá hubiéramos empezado por allí. Una vez dicho esto, quiero decirle algo que le va a sorprender: usted debe desear más. No debe estar satisfecho con lo que tiene frente a usted. Esa, también, es una receta para marchitar el alma.

Mi gran aventura en la búsqueda de la Verdad

Por la Hermana Matea Osswald
Infancia y adolescencia.
Nací en 1961 en una familia protestante en un pueblo del sur de Alemania. Vivíamos en una barriada que antes había sido una villa separada y más tarde fue integrada en una municipalidad. Solamente había una familia católica romana mientras que el resto de los habitantes eran protestantes. La única hija de esta familia, a quien quería mucho, estaba en mi aula en la escuela primaria y recuerdo todavía cómo me estaba estrictamente prohibido visitarle a su casa. En los años posteriores hubo una creciente tolerancia al respecto. A pesar de que la mayoría de la población era protestante, con el paso del tiempo la población “católica” fue creciendo y se fueron formando así otras comunidades católicas romanas en el pueblo.

Algo para reflexionar‏

Nuestro Dios es el Dios de los corazones. Él no se fija en lo exterior del hombre o en lo que hace una persona.
El hombre juzga según la carne, pero Dios juzga según el corazón. Jr 11,20; 17,10)
Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa por que debe de ser así para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes
somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.
Tu no sabes quienes son estas personas, pero cuando fijas tu ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectaran tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que sin que superes estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte. Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los limites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida seria como una carretera recién pavimentada, suave y lisa; Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana cómoda y segura, mas empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida, las caídas y los triunfos que tu experimentas crean la persona que eres.
Aún se puede aprender de la malas experiencias; es más, quizás sean las mas significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón dale gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de la confianza y a tener más cuidado de a quién le abres tu corazón. Si alguien te ama, ámalo tu a él, no porque él te ama sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas aprender, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente con la que no hayas dialogado nunca y actualmente escúchalos y presta atención.
Permítete enamorarte, liberarte y pon tu vista en un lugar bien alto. Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo. Repítete a tí mismo que eres un individuo magnifico y créelo, si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Lo primero es lo primero: Confiar en nuestro Proveedor y responder a su llamado.

Leamos este hermoso pasaje bíblico tomado del Santo Evangelio según San Lucas, en el capítulo 12 y versículos del 22 al 34. Dice así:
" Luego dijo Jesús a sus discípulos:
—Por eso les digo: No se preocupen por su *vida, qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán. La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa. Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen almacén ni granero; sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? Ya que no pueden hacer algo tan insignificante, ¿por qué se preocupan por lo demás?
»Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¡cuánto más hará por ustedes, gente de poca fe! Así que no se afanen por lo que han de comer o beber; dejen de atormentarse. El mundo *pagano anda tras todas estas cosas, pero el Padre sabe que ustedes las necesitan. Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas.
»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino. Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya. Pues donde tengan ustedes su tesoro, allí estará también su corazón".

La enseñanza del Señor Jesús es radical en cuanto a la ansiedad, la provisión y la motivación. En este pasaje, Él nos dice que pensemos y vivamos de una manera opuesta a como lo hace el mundo que nos rodea, a pesar de que eso no sea lo normal. Pero el Señor promete que si quitamos la vista de la confianza en nosotros mismos, y prestamos atención a las cosas que más le interesan a Él, seremos libres para experimentar la vida que Él desea que disfrutemos. Esta noticia debe llenarnos de alivio y de una profunda sensación de seguridad, aunque también despierte un conflicto interno en nuestro corazón. Sin embargo, Jesús nos llama a elegir con valentía la fe sobre el temor.
Cuanto más confiemos en Él, en mejor posición estaremos para recibir su provisión. En estos versículos, lo que Dios nos está enseñando, en el fondo, es su amor, su fidelidad y su deseo de bendecirnos.

La Biblia y el día del Perdón

La Biblia y el día del Perdón

El Señor le dijo a Moisés: Asegúrate de celebrar el Día del Perdón el décimo día del mismo mes, nueve días después del Festival de las Trompetas. Lo celebrarás como día oficial de asamblea santa, un día para negarte a ti mismo y presentar ofrendas especiales al SEÑOR. No hagas ningún trabajo durante todo el día porque es el Día del Perdón, cuando se presentan ofrendas de purificación por ti, para hacerte justo ante el Señor tu Dios. Los que no se nieguen a sí mismos en ese día serán excluidos del pueblo de Dios; y yo destruiré a aquellos de entre ustedes que hagan algún trabajo en ese día. ¡No deberás hacer ningún trabajo en absoluto! Esta es una ley perpetua para ti, que se cumplirá de generación en generación dondequiera que vivas. Este será un día de descanso absoluto, y en ese día debes negarte a ti mismo. Este día de descanso comenzará al atardecer del sol del noveno día del mes y se extenderá hasta el atardecer del décimo día.

La Santería: Vestigios de una religión demoníaca

Historia


La Santería es una religión que tiene sus orígenes en la tribu Yoruba del África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del río Níger.