jueves, 18 de abril de 2013

El Poder positivo de la valentía.

En el post anterior hablé de la confianza como parte importante de la vida del cristiano . Hoy el tema que abordaré es acerca del valor del seguidor de Cristo para acometer las tareas que tenemos por delante en la vida. Le invito a que lea el pasaje bíblico de Josué 1, 1-9, en el Antiguo Testamento.


Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés: “Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas. Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.”

¿Qué tienen en común estas personas: Josué, el líder israelita; Daniel, el profeta; los 12 apóstoles de Jesús; y el apóstol Pablo?.
Además de amar a Dios, todos ellos tuvieron que ser valientes. Obedecer al Señor exige valentía, una firmeza de espíritu capaz de enfrentar las crisis sin retroceder.
Josué fue escogido por Dios para introducir a la nación a la tierra prometida. Quizás él pudo haber pensado: ¿quién soy yo para ocupar el puesto de Moisés? O, ¿qué pasará si la gente no acepta mi liderazgo?. Dios le habló tres veces para darle seguridad, diciéndole que fuera fuerte y valiente.
Él respondió positivamente, y construyó su valentía sobre dos preciosas seguridades:

Promesa # 1 - Dios viaja con nosotros. El Señor prometió que estaría con los israelitas en la nueva tierra, y que nunca los dejaría ni desampararía, la misma promesa que nos hace a nosotros en Hebreos 13, 5. En realidad, el Señor viaja con nosotros de una manera mucho más íntima, por medio de su Espíritu que vive en nosotros.

Promesa # 2 – Dios va delante de nosotros. Dios prometió ocuparse del enemigo antes de que Israel llegara. A pesar de ello enfrentaron batallas, pero Él les aseguró la victoria si tenían fe y obedecían. Jesús ha ido delante de nosotros al cielo habiendo ganado ya la batalla espiritual. Nuestra redención ha sido asegurada, nuestro lugar en el cielo permanentemente establecido, y nuestra herencia eterna garantizada. Y aunque nuestras luchas terrenales continúan, estas son temporales.

Si construyes tu vida sobre estas dos promesas, entonces la palabra valiente será parte de tu nombre.

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