martes, 12 de marzo de 2013

Algo para reflexionar‏

Nuestro Dios es el Dios de los corazones. Él no se fija en lo exterior del hombre o en lo que hace una persona.
El hombre juzga según la carne, pero Dios juzga según el corazón. Jr 11,20; 17,10)
Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa por que debe de ser así para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes
somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.
Tu no sabes quienes son estas personas, pero cuando fijas tu ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectaran tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que sin que superes estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte. Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los limites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida seria como una carretera recién pavimentada, suave y lisa; Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana cómoda y segura, mas empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida, las caídas y los triunfos que tu experimentas crean la persona que eres.
Aún se puede aprender de la malas experiencias; es más, quizás sean las mas significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón dale gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de la confianza y a tener más cuidado de a quién le abres tu corazón. Si alguien te ama, ámalo tu a él, no porque él te ama sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas aprender, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente con la que no hayas dialogado nunca y actualmente escúchalos y presta atención.
Permítete enamorarte, liberarte y pon tu vista en un lugar bien alto. Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo. Repítete a tí mismo que eres un individuo magnifico y créelo, si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.

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