Jesús
de Nazaret es una figura singular de la historia. Nació en un establo, y su
madre fue una adolescente que careció de riquezas e influencia. Para escapar de
un violento funcionario de gobierno, vivió fuera de su pueblo natal. Fue un
carpintero que trabajó en una provincia pobre del imperio romano. Su carrera
como predicador duró apenas tres años. Nunca escribió nada. Pasó la mayor parte
de su tiempo con personas pobres, marginadas o menospreciadas. Fue crucificado
a la edad de 33 años. Los primeros que predicaron su mensaje fueron perseguidos
y maltratados.
Sin embargo, después de más de 2000 años, tiene
más de dos mil millones de seguidores alrededor del planeta. Sus palabras son
las más publicadas en la historia, y reyes y presidentes lo citan. Por Él han
muerto hombres y mujeres valientes. Muchos adeptos de otras doctrinas –judíos,
musulmanes, budistas e hinduistas, entre otros- lo respetan como profeta o
maestro. Y nosotros los cristianos lo vemos como nada menos que el Hijo de
Dios. ¿Cómo lo hizo?.
La vida y el mensaje de Jesús son
verdaderamente impactantes. Sus palabras eran hermosas, poderosas y convincentes.
Sus métodos superaron brillantemente a los de eruditos de la retórica, como
Aristóteles, y escritores modernos como Vargas Llosa, por citar un ejemplo.
Como cristianos, podemos aprender otras cosas más de Jesús aparte de cómo vivir
(aunque esto es fundamental). Podemos aprender principios de comunicación que
nos harán eficientes en el hogar, el trabajo y en nuestros intentos por
compartir su Palabra.
He aquí cinco maneras sencillas para comenzar
a comunicarse como Jesús:
Usar la lógica: Grandes filósofos y
apologistas cristianos han hecho énfasis en la importancia que tiene el
razonamiento en el cristianismo. En su aspecto más básico, el uso del
razonamiento lógico implica el uso de hechos o principios reconocidos, que
permiten llegar a conclusiones sobre la verdad de algo, una práctica que Cristo
mismo utilizó. Una ilustración clave de esto es la confianza de Jesús en las
evidencias y en su habilidad para desarrollar una “acumulación de pruebas”.
En el evangelio de San Juan capítulo 5,
por ejemplo, los judíos están listos para matar a Jesús por haber dicho que era
igual a Dios, y por haber sanado a personas el día de reposo. Pero, en vez de
simplemente dar testimonio de su divinidad, Cristo enumera evidencias que
habrían encontrado irrefutables quienes lo escuchaban. En los versículos 31 al
47 señala que Juan el Bautista, las obras de Jesús, Dios Padre, las Escrituras
y Moisés, habían dado testimonio de su naturaleza divina de alguna manera.
Jesús sabe que la comprensión comienza con la evidencia, y con la capacidad
para organizar esa información para apoyar una declaración. Además, reconoce
que una sola evidencia nunca es tan eficaz como una “acumulación de pruebas”
compuesta de varias evidencias que llevan todas a la misma conclusión.
La prueba que utilicemos deberá depender, por
supuesto, del auditorio con el que estemos interactuando. Un público de no
creyentes, o conversos, es probable que no vea a la Biblia como evidencia de la
divinidad de Cristo, de la misma manera que algunas personas que trabajan con
usted en la oficina, confiarán más que otras en algunas fuentes de datos.
Apelar a las emociones. Aunque utilizaba la lógica,
Jesús nunca desestimó el poder de las emociones. El politólogo Drew Weston ha
defendido recientemente la superioridad de las emociones en la toma de
decisiones políticas; de manera intuitiva, casi todo el mundo reconoce que,
para cambiar realmente la mente de alguien, hay que conquistar su corazón.
Jesús apelaba hábilmente a las emociones de las personas. Un ejemplo de esto es
el uso que hacía de los valores compartidos por las personas.
Cuando trataba de guiar a las personas a
tener una conducta piadosa, Jesús tomaba algo que su público valorara mucho, y
lo utilizaba para iluminar su comprensión de otro concepto. En el evangelio de
San Mateo, en el capítulo 5 y versos del 43 al 48, por ejemplo, trata de
aclarar la idea de lo que es el verdadero amor cristiano –el amor a toda
persona, sea amiga o enemiga. Cristo dice en parte: “Oísteis que fue dicho:
Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a
vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos
de vuestro Padre que está en los cielos”. Luego añade que hasta los paganos
(“gentiles”) aman a sus amigos, pero que la perfección verdadera exige un amor
más amplio y más misericordioso. Aquí toma Jesús un valor compartido por sus
oyentes –el amor- y los persuade de una manera nueva a ver las responsabilidades
que implica ese amor. Utiliza el deseo común de ellos de imitar a Dios.
Por fortuna, hay ciertos valores
comunes a casi todo el mundo. Valoramos la familia, la amistad, la libertad, la
generosidad y la compasión. Use estos ideales al comunicarse. Examine las
implicaciones de estos conceptos, y las maneras como la solidaridad emocional
de sus oyentes puede ampliar su comprensión de otros valores que pueden ser
ajenos a ellos.
Generar credibilidad. ¿Por qué razón John McCain y
Barack Obama se centraron tanto en sus historias personales en la más reciente
elección presidencial en los Estados Unidos?. Porque esas historias les daban
credibilidad ante sus oyentes.Buscaban conexión y confianza al hablar de sus
motivaciones, por medio de relatos de su pasado personal. Ellos demostraron que
la credibilidad puede ser un elemento efectivo en la comunicación.
Todos los mensajes de Jesús estaban basados, por supuesto, en su carácter y
credibilidad. Sin embargo, su credibilidad se fundamentaba en más que la historia
de su vida. Sus acciones se ajustaban a sus palabras. Cuando decía que había
que ocuparse de los pobres y de los despreciados, es porque Él se ocupaba de
los enfermos y los olvidados.
Cuando le dijo a la prostituta, en el
evangelio de San Juan capítulo 8 y verso 11: “vete, y no peques más”, es
porque Jesús era un modelo de la misma pureza que Él exigía de los demás.
Cuando los fariseos criticaban a Jesús por hacer obras en el día de reposo, o
por pagar impuestos a los romanos, es posible que dudaran de su sentir, pero no
podían negar el profundo conocimiento que Él tenía de las Escrituras.
Para los antiguos griegos había tres
categorías indispensables: sabiduría práctica, virtud y bondad, y buena
voluntad hacia los oyentes. Jesús poseía estas características en abundancia.
Si nosotros no las tenemos, debemos reflexionar en la manera como nuestra
credibilidad o falta de ella puedan estar repercutiendo negativamente para
llegar a otros.
Emplear la narrativa e imágenes. La narrativa era parte
esencial del mensaje de Cristo. En las Sagradas Escrituras vemos que Jesús
utilizaba parábolas, historias, símiles y metáforas para comunicar mensajes
complejos que evocaban en ellos emociones o creencias compartidas, y que para
ellos eran fáciles de recordar y repetir.
Pensemos en la parábola del Hijo
Pródigo, que se encuentra en el evangelio de San Lucas capítulo 15. Jesús
cuenta la fascinante historia de un joven que abandona su hogar, y que
irrespeta seriamente a su padre. Después de vivir una vida que avergonzaría posteriormente
a su familia, termina en la miseria, humillado y viviendo con los cerdos. Había
hecho todo lo que podía para apartarse de todos los que le amaban. Sin embargo,
cuando vuelve a su padre, éste derrama lágrimas de alegría, le recibe con los brazos
abiertos y hace una enorme fiesta. Jesús pudo haber explicado el amor de Dios
de mil maneras diferentes. Pudo haber disertado sobre la lógica del amor
incondicional, y analizado las diversas maneras en las que el amor humano
tiende a ser condicional. Pero, en vez de eso, utilizó una historia sencilla y
con un final felíz como una metáfora de ese amor, y nos dejó a nosotros la
tarea de completar los espacios que quedaron en blanco.
¿Por qué son imperecederos relatos como
el del “hijo pródigo”?, ¿por qué alguien que nunca ha leído las Sagradas
Escrituras se refiere a una persona con vocación de servicio como un “buen
samaritano”?. Porque Jesús conocía una verdad fundamental sobre el cerebro
humano. Aprendemos mejor a través de historias e imágenes, que por medio de
diagramas y conferencias. Si usted desea comunicarse como Cristo, comience
utilizando historias fáciles de entender.
Discipular. Como aparece en el evangelio de San Mateo cap. 28 verso 19, el
mensaje final de Jesús a sus seguidores fue su comisión de “id...y haced
discípulos a todas las naciones...”. Eso fue lo que hicieron. Predicaban el
evangelio y se preocupaban por los enfermos. Comunicaban la verdad, aunque
fueran perseguidos y asesinados por las
autoridades terrenales. Enseñaban a otros, de la manera que Cristo los había
enseñado a ellos, y formaban grupos pequeños de creyentes para apoyarse unos a
otros y llevar el evangelio, las Buenas Noticias, a todo el mundo.
Los estudios modernos de la
organización se refieren a las técnicas que ellos utilizaban, con frases tales
como “organización celular” y “capacitación de capacitadores”. Los cristianos,
por lo general, prefieren el término “discipulado”. Pero las verdades básicas
son las mismas:
·
Los mensajes se vuelven
poderosos cuando son anunciados a quienes no lo han oído.
·
Las personas son más
fuertes y más dedicadas cuando están
rodeadas por grupos pequeños de amigos de un mismo sentir que las apoyen,
animen y capaciten.
·
No basta simplemente con
hablar a las personas y esperar que lleven un mensaje sin ayuda; usted tiene
que capacitarlas para que ellas capaciten a otras.
Todas estas advertencias son muy
sencillas: use la lógica, apele a las emociones de las personas, genere
credibilidad, emplee narrativas e imágenes, y discipule a otros. Si usted está
buscando la manera de parecerse a Jesús más allá de la liturgia dominical de la
iglesia, una buena manera de comenzar es tratando de comunicarse como Él lo
hacía.
Verdaderamente muy rica y valiosa la enseñanza descrita anteriormente,ojalá podamos captar bien estos conceptos y enseñanzas para lograr ese efecto de atención por parte de los oyentes,Jesús era realmente un maestro de enseñanza y predicó más que con palabras con su ejemplo.Un verdadero líder que aun hoy sigue convenciendo al ser humano de la verdad aplicada en su vida, gracias por los análisis y las enseñanzas dadas.
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